Lolita Palma pasea por la calle Ancha con Emilio Sánchez Guinea, armador, amigo de su padre cuando este vivía. Comentan incidencias. Este le expone un negocio “indecente”: armar un corsario. Ella se lo pensará.
Lolita viste de gris oscuro, mantilla de franela con cinta de tablero azul, cabello recogido en la nuca, rizos en las sienes, zapatos de lino pasados de plata.
Emilio Sánchez Guinea viste a la inglesa, doble cadena de reloj entre botones y bolsillo chaleco.
“Se suceden portales amplios, buenas tiendas, casas de comercio. La platería de Bonalto tiene, como de costumbre, mucha clientela en el interior… La doncella camina detrás, con los paquetes. Es la joven Mari Paz.” (71)
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| Foto 2.1.1 c/ Ancha |
“En la esquina con la calle de la Amargura, junto a la embajada británica, hay una oficina comercial y un pequeño café…” (72)
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| Foto 2.1.2 Esquina Amargura, actual Sagasta, con Ancha. Antigua embajada británica. |
“Prosiguen camino. La librería Salcedo está cerca, entre las varias que hay en las plazuelas de San Agustín y del Correo…” (74)
| Foto 2.1.3 Plza San Agustín |
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