Los franceses recogen los bártulos. La salida del rey José de Madrid y el rumor de que el general Wellington ha entrado en España, ponen al ejército de Andalucía en situación difícil. Hay que ponerse a salvo al otro lado de Despeñaperros. Simón Desfosseux mira por el telescopio. No ha llegado a alcanzar la iglesia de San Antonio, a 2870 toesas, se quedó en 2828. Para encubrir el movimiento de retirada, hay que disparar hasta el último momento. (780)
Treinta meses y veinte días de asedio. 5.574 disparos de artillería de diverso calibre hechos desde la Cabezuela contra la ciudad. La mayoría quedaron cortas o cayeron en el mar. Solo 534 bombas alcanzaron Cádiz, la mayoría con lastre de plomo y sin pólvora. Resultado: algunas casas arruinadas, quince o veinte muertos y un centenar de heridos.
Los zapadores colocan cargas inflamables para acabar con los pertrechos que no pueden acarrear. Desde la otra orilla disfrutarán de fuegos artificiales y luminarias de punta a punta de la bahía.
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