Después de leer el libro me entretuve en ir recopilando fotos de los escenarios que aparecen. Una forma amena de descubrir nuevas curiosidades relacionadas con la historia de Cádiz. El seguir este blog puede facilitar la lectura del libro o complementarla para profundizar más en él. No es mi recomendación no leer el libro, pero si alguien anda falto de tiempo o prefiere abreviar, puede hacerlo por aquí. La mayoría del texto son extractos. Queda así en forma resumida. Los números entre paréntesis son la referencia a las páginas en la edición de bolsillo. Las fotos que llevan asteriscos no son mías.

viernes, 27 de enero de 2012

Cap. 14. Esc. 5

Cebo al asesino. La zona: esquina calle San Miguel con la Cuesta de la Murga. Tizón distingue entre las tinieblas la hornacina donde el arcángel aplasta al diablo, espada en mano, allá en lo alto.

Foto 14.5.1 Esquina San Miguel y Cuesta Murga.
Foto 14.5.2 Arcángel San Miguel.

Los alrededores están vigilados La plazuela de la Carnicería, la calle del Vestuario.

Foto 14.5.3 Vestuario. Actual Barrie.


Foto 14.5.4 Vestuario. Actual Barrié.
Foto 14.5.5 Pza Carnicería. Actual Palillero.

“La muchacha ignora el peligro que corre y su papel real en la aventura. Es una jovencísima prostituta de la Merced. “
Foto 14.5.6 La Merced.

“A Tizón no le ha costado mucho convencerla: quince duros a su chulo, con el pretexto de atraer a hombres casado… para luego chantajearlos a gusto.” (637)

“Simona camina de nuevo hacia la calle San Miguel.” (640). En sus idas y venidas por la calle, se aleja, y luego tarda en aparecer. Tizón se altera. Sale en su busca. La encuentra caída en el suelo, inmóvil, mientras un bulto pegado a las fachadas se aleja con rapidez hacia la esquina de la Cuna Vieja: figura negra y veloz que corre sin ruido. (643).

Tizón lo persigue. Corta por la plazuela de la calle Recaño hacia el Hospital de Mujeres. “¡Alto!... ¡Alto!... ¡Al asesino!”.
Foto 14.5.7 Cuesta Recaño.

Foto 14.5.8 Cuesta Recaño.
Foto 14.5.9 Hospital de Mujeres.

Foto 14.5.10 Hospital de Mujeres.

Al final lo pierde, se le escapa. Renqueando, el comisario regresa a la plazuela de la Carnicería. La muchacha fue golpeada por el asesino. No le dio tiempo a verle el rostro. Tizón abronca a su ayudante Cadalso por quedarse dormido. “Otra vez parece un mastín grande, torpe y mudo, esperando con las orejas gachas y el rabo entre las piernas la zurra del amo.” Al menos el asesino no tiene por qué sospechar que fuera una trampa. Pudo ser un encuentro casual con una ronda. Podrán volver a intentarlo.

En dirección a la calle San Miguel un quejido rasga el cielo. A cuarenta pasos, estalla la bomba. (645)
Foto 14.5.11 Perspectiva de San Miguel.

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